Salinas Viejas
Para los nazaríes que ya las explotaron durante la Edad Media, estas salinas fueron conocidas como “Modaguara”. Ya en el siglo XIX, recibieron el nombre de “Grupo de Administración” y sabemos que estaba formado por 13 charcas separadas por muros o “caballones” de barro y materia vegetal.
Aún se puede apreciar en las imágenes aéreas la separación de las distintas lagunas, tenían durante su explotación hasta mediados del siglo XIX diferentes funciones: tres de ellas eran las que suministraban agua al sistema denominadas en su conjunto “Fuentes” (estas eran la del Pescado, la del Oeste y la del Este). Otras tres eran destinadas a la función de “Calentadores”, es decir a concentrar la salmuera resultante (Del Norte, del Oeste y del Este). Y en las siete restantes era donde se recolectaba la sal, las denominaban “Eras” (de la Noria, del Hornillo, Grande, de la Media luna, del Intendente, del Rey y del Salitral).
Junto a los grupos del Puntal (actualmente los Charcones de Punta Entinas) y del Charcón (Salinas de Cerrillos de principios del siglo XX) formaron parte de las importantes “Salinas de Roquetas”, conjunto salinero que hasta mediados del siglo XIX fueron explotadas primeramente por particulares y después por un administrador público. Estas salinas eran de titularidad estatal.
Se conoce que a finales del siglo XIX e inicios del siglo XX, no se encuentran en funcionamiento. Esto se sabe por el expediente de venta de las salinas, que se inició por el Estado en 1870 y no concluyó hasta 1900. En ese momento pasan a ser propiedad de Isabel Oliver y Cueto, quien después las incorpora a la empresa salinera familiar, dirigida por sus hijos, los hermanos Acosta Oliver. Estos no explorarán este grupo de charcas y venderán las salinas de su propiedad en la provincia de Almería (las salinas de Cerrillos y las de Cabo de Gata) en 1924 a una importante empresa, que dejará huella en Roquetas de Mar: Unión Salinera de España.
Hasta 1952 no volverán a pertenecer estas charcas a unas salinas en producción: las resultantes de la unión de las de Cerrillos, estas mismas, las de San Rafael, además de la construcción de nuevas lagunas (las Nuevas). Ya no se extraerá sal en el lugar, sino que serán consideradas “evaporadores”, junto en estas salinas se encontraba la tercera elevación de agua, la que enviaba tras una impulsión y mediante un canal de casi cinco kilómetros la salmuera concentrada hasta las Salinas de San Rafael, lugar donde se recolectarán las cosechas a partir de 1953.
En la actualidad, aparenta una gran laguna, tan solo en fotografía aérea o cuando bajan mucho los niveles se intuye una parcelación, realmente, en 1953 las 13 charcas que hasta ese momento existían se convirtieron en dos, y posteriormente en tres, con una superficie de unas 65 hectáreas. Esa es la gran laguna que actualmente observamos.
Desde que se abandonó la explotación en 1986 hasta la actualidad, la influencia del agua subterránea que descarga en el lugar debido a su singular geología, no sólo ha mantenido la lámina de agua, sino que ha aumentado su profundidad. El dejar de hacer labores de mantenimiento en sus bordes y la dulcificación del agua debido a ese aporte subterráneo ha consolidado un denso cinturón de carrizal y en algunos lugares de juncos que rodea a todas las Salinas Viejas.
Por sus características es un lugar excepcional para observar cómodamente aves nadadoras y buceadoras, facilidad que se obtiene en la Avenida de Cerrillos.